El Estado de bienestar ni universal, ni gratuito.

 

Ya me estoy cansando de sandeces. Desde hace un tiempo a esta parte me estoy repasando una serie de lecturas donde según el color del patrón que paga, o el partido que sufragará el pecunio del escribiente, parece que la culpa de la ineficiencia de los servicios la tienen los señores que no pagan impuestos o que la recaudación es insuficiente, para seguir con tales desmanes.

Nos hacen llegar datos de los países del Norte, la presión fiscal, el gasto por persona, la presión impositiva, las diferencias entre ricos y pobres… En fin que todo el mundo tiene razón. Lo mire por donde lo mire Jauja existe. Eso sí, no llegamos al Nirvana porque hay malos, o los ricos son muy malos, o los pobres no son suficientemente listos para llegar a ser ricos. Solución. Siempre lo mismo. O bajamos impuestos o subimos impuestos. Pero ese mantra, para los demás. Nosotros no tenemos problemas. Lo primero que hacemos es coger los grandes números, que si el PIB, que si en número de empleados, el número de ricos, el número de pobres, la deuda, los intereses, los presupuestos, el número de funcionarios por habitantes, los servicios por persona,.. Y llegamos a la conclusión que hay que salir a la calle, que nos están quitando lo nuestro. Como si la propiedad del Estado fuera de cada uno de nosotros.

Pregunto simplemente. ¿Los padres dónde les gustaría llevar a sus hijos al colegio o al hospital? Amigo, acabamos de salir a la calle el fin de semana con las camisetas de colores. ¿Dónde están estas camisetas los lunes al sol?. Sí han dejado sus rastros para que vengan los de la limpieza, generar el empleo lo llaman, los técnicos de residuos.

Siempre estamos defendiendo a los pobres, nuestros pobres, esos que las señoras de la posguerra les gustaba tanto agasajar y llevar una vez al año a su mesa. Ahora ocurre lo mismo, todo lo hacemos por ellos. Hay que agarrar la riqueza y repartirla. ¿Qué riqueza? Veo que el gasto público se dispara y cada vez peores servicios. Hablamos de Sanidad, educación, pensiones,… Sí cojamos cualquier presupuesto y vemos que efectivamente esos conceptos junto con el tema del desempleo se llevan lo mollar.

Y me sigo haciendo la pregunta, si nos seguimos gastando y no resolvemos el problema, ¿qué pasa?. ¿No se pagan suficientes impuestos, el fraude, falta adecuada en la asignación de recursos?

Creo que la respuesta es muy sencilla. Nos da miedo la realidad. El señor político (ya no entro en su valía) se examina cada dos años en algún tipo de elección. Por lo tanto tiene que demostrar su amor por esos pobres que antes mencionábamos. Se habla, siempre, del aumento de gasto social cual maná caído del cielo. Se habla de crisis, en salida en llegada o en estado puro.

El profesional, algunos ahora lo llaman burócrata, se lo ha planteado claramente. La sencillez es tan simple que no admite dudas. El problema, una vez más, está en la toma de decisiones y sus consecuencias. Sí señores no nos podemos gastar más de lo que realmente podamos ingresar. Si creemos que el ingreso es tan elástico que no admite fin y los ricos y defraudadores están a la vuelta de la esquina esperando a los inspectores (presentes o futuros) bienvenidos. Por el contrario si la libertad individual nos puede llevar al Paraiso, igualmente bienvenidos.

Nosotros seguimos con nuestros pobres, los pobres, vamos nosotros mismos tan tranquilos viendo pasar esta sencillez que algunos llaman Macro, Micro. Vamos la escusa perfecta para sentirnos tranquilos y ahora recogiendo votos, como setas, para los pobres, nuestros pobres, nosotros mismos.

NOTA 1: Es asesor de Montoro que desmonta la austeridad

NOTA 2: Todos lo sabemos por Eduardo Punset

NOTA 3: Diferencia entre renta básica y mínimo vital. Por el profesor Rallo, según Hayeck

NOTA 4: Por qué hay que desmantelar el estado del bienestar por el profesor Rallo

NOTA 5: Suecia: no, no es el Estado de Bienestar, por el profesor Rallo

NOTA 6: Tres artículos del profesor Tamames