LOS COSTES EN LA FIJACIÓN DE PRECIOS

Seguramente uno de los aspectos más complicados que nos plantean algunos emprendedores es a la hora de fijar los precios. Y cada cuanto tiempo hay que revisarlos.

Si el producto o servicio ya se encuentra en el mercado, la respuesta suele ser fácil. Fíjate en la competencia como referencia.

Después la toma de decisiones será estratégica. Lo esencial es ver al cliente cómo le afecta el precio en lo que nosotros ofrecemos. Si tenemos un producto o servicio que es fundamental para los usuarios, quizás estemos en posición ventajosa de cara a decidir qué precio ponemos. Pero no olvidemos que podemos estar ante elementos inelásticos al factor precio. El ejemplo más sencillo suele ser el de los alimentos y medicamentos.  Si el precio es tan alto que el poder adquisitivo no lo soporta; por mucho que lo subamos, quizás nuestra oferta no subirá y estemos dando pie a que aparezcan competencia por productos sustitutivos que produzcan el mismo efecto en el usuario. Y, por el contrario, por mucho que bajemos un producto, si existe una demanda satisfecha, por mucho que bajemos el precio no se va a vender más. (si consumimos un kg. De pan, si bajamos este alimento no vamos a consumir más pan, y si la demanda está satisfecha seguiremos igual. Lo mismo con los medicamentos).

Pero de lo que no tenemos que olvidarnos es de saber, al menos, los costes del producto. Es decir, saber, al menos cuantos productos tenemos que vender para dar cobertura a nuestra estructura general de empresa

Gastos fijos

Gastos variables

Costes de oportunidad

Costes de subactividad

Costes de absentismo

Costes medioambientales

Costes sociales esperados por nuestro entorno más inmediato

Retribución al accionista, o beneficio mínimo esperado

En función de la actividad que realicemos las estructuras cobran papeles diferentes. Negocios comerciales de venta de productos que compremos y vendemos. Negocios de producción: compramos parte de materiales, los transformamos y vendemos. Servicios donde el valor añadido es básicamente el trabajo realizado por personas y medios electrónicos. Servicios sanitarios. Servicios o productos alimentarios.

No quiero dejar de hacer una última reflexión. Hay precios que vienen fijados, o bien por órdenes gubernativas; o bien hay productos que se fijan de forma periódica en mercados nacionales o internacionales. Aquí podríamos ver desde las lonjas de alimentos, hasta los mercados de ciertas materias primas (desde el petróleo, hasta el cacao)

NOTA 1: Siete maneras de poner precio a un producto o servicio

NOTA 2: Patrimonio neto: concepto contable o mercantil, por el Profesor Gregorio Labatut Serer; caso práctico.

NOTA 3: El impuesto sobre  sociedades lo pagan también los trabajadores, por el Profesor Rallo.

NOTA 4: La economía conductual: tu aliado en la era de las suscripciones