Quería dedicar este punto para los míos, para los directos. Quizás hablar de linajes, de Cozuelos, Escobar,….Valladolid. De ancestros labradores, panaderos; anécdotas, oídas. Canciones del Nuevo Méster. Sacrificios, tiempos difíciles. Felicidad en reuniones. Aprendizaje y agradecimiento en defniitiva.

Seguramente todos nos tengamos en el pensamiento. Ya ha llovido. Cuando eras joven veías las historietas de los mayores como algo ajeno. A medida que cumples años quieres aferrarte a los recuerdos. Tener todo presente que no se olvide nadie. Incluso empiezas a sentir la ausencia. La famosa apetencia de lo que podía haber sido y no fue. Se me emborronan situaciones. Las veo como películas en blanco y negro, fascinantes. Alegría de vivir, sentido de pertenencia. Al fin de cuentas pasado sobre el cual no podemos ejercer ninguna influencia, solo la que los más jóvenes quieran oír o escudriñar.

Ahora quiero, me interesan los últimos de la saga. Escucharlos, saber lo que piensan, sus anhelos. Padres jóvenes, hijos menudos. Juventud futuro y nostalgia, preocupación o prisa por llegar. haber llegado y espera. En definitiva saber.

Dicen que del viejo en consejo. Yo diría del viejo el remanso, sosiego, árbol robusto al que asirse mientras puedas: escuchar, hablar; pausas silencios, recuerdos. Sana envidia para las dos facetas. Equilibrio perfecto que te permita soñar.

Sigo siendo el torpe enamorado de la enseñanza. Me permito leeros estos desequibrios. Hemos pensado que somos perfectos, o bien al contrario un desastre. Ni tanto ni tan calvo. Seres humanos con limitaciones. Y yo, por suerte, con una gran familia.

Muchas gracias a todos.